viernes, 11 de marzo de 2011

¿Cómo definir un estándar propio?

Los estándares a grandes rasgos definen que es lo que deberíamos hacer. Sin ellos no tenemos fundamentos lógicos y cuantificables para tomar decisiones. Los estándares no son nada nuevo, han sido usados por el hombre por miles de años. Siempre hemos necesitado una base para juzgar que es aceptable y que no lo es, si la carne era de buena calidad o no, si la fruta estaba fresca o podrida, si alguna herramienta era inservible o de buena calidad. Los estándares muchas veces definen quién se queda en el mercado y quién se sale, pues al vender bienes de mala calidad no cumple con los “estándares mínimos” que requiere el mercado. Fue así necesario establecer que estaba bien hecho y mal hecho, que era un éxito o fracaso.

Hoy en día los estándares dictan el estado ideal de las cosas. Son normas aceptadas por los mercados y la sociedad, son un criterio de aceptación en la ingeniería y en la administración de procesos. En un mundo sin estándares nada sería regulado y todo sería diferente en cada consumo, por tal razón son vitales para proveer estabilidad en la sociedad actual.

Algunos ejemplos de cómo establecer estándares y cómo se hace esto diariamente:

¿Cuanto deberé de vender? – La cuota de mercado es el estándar

¿De que tamaño será esta mesa? – La especificación es el estándar

¿Cuanto gastaré? – El presupuesto es el estándar

¿En cuanto tiempo realizaré este trabajo? – La planificación es el estándar

¿Que precio cobraremos? El mercado es el estándar

¿Cómo deberemos actuar? El procedimiento es el estándar.

¿Qué margen de error tenemos? El índice de capacidad del proceso es el estándar?

¿Es seguro viajar en avión? El nivel estadístico de accidentes aéreos es el estándar.

Para generar estándares deberemos considerar que éstos deben ser:

  • Alcanzables, deben de ser posibles para el personal común con un esfuerzo razonable y en condiciones normales.
  • Económicos de alcanzar y administrar.
  • Aplicables a las condiciones bajo las cuales serán ocupados.
  • Consistentes, en el sentido de que están unificados en toda comunicación y a través del tiempo.
  • Entendibles para ser expresados de forma clara, sin ambigüedades y sin posibilidad de ser mal interpretados.
  • Estables por el tiempo necesario para proveer la estabilidad a los procesos.
  • Flexibles, para que se puedan añadir elementos, modificarlos o actualizarlos sin un rediseño completo del estándar
  • Legítimos: Que sean oficialmente probados y aceptados en la organización.
  • Confiables, para ser una base de comparación para la gente responsable de cumplirlos.

Los estándares son blancos no sólo para cumplir, sino también para cambiar, Si una organización tiene errores sobre el 2% de su producción, ese será su estándar pero con la mejora en la calidad se pueden aspirar a mejorar éstos estándares a un mejor nivel de desempeño.

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